Técnica de Dejar Ir. David R. Hawkins I Rómulo Tagliavacche

Madre mía, ya lo creo, en ocasiones complicado y en otras, por mi experiencia, simplemente parece que no apetece, en plan “venga va, deja ir… QUE NO!”

Hola Jo, puede que no se trate de que no nos afecte, sino de reconocer que nos afecta y observar en nuestro cuerpo donde sentimos que nos ha afectado, donde esta esa energía retenida, mediante cualquier sensación y repetir internamente “quiero mas de esta energía” para mantener la atención sobre ella hasta que sintamos que se ha entregado

Entregar tanto los pensamientos que no nos aportan valor como las sensaciones

H ... Leer másasta pronto!

Hola Jo!
Te entiendo perfectamente, yo también tengo momentos en que no tengo ganas de hacerlo, de intentar convencerme, sería como "forzarme" a hacer algo que no me apetece, y ya sabemos que todo lo que sea forzar, implica luego pagar un precio

Todo el trabajo de autoconocimiento deriva en un profundo amor por nosotros mismos y por la vida tal y como es, dejar ir es desprendernos de los sentimientos y pensamientos que nos alej ... Leer másan de vivir en paz, de todo lo que no sea amor en notros, es deshacer la coraza del ego que durante tantos años se ha formado y que ahora nos impide expandirnos como sentimos, nos encierra

Este proceso es doloroso, pero cada vez más liviano y llevadero a medida que avanzamos. La pregunta clave a hacernos en mi opinión es: ¿Estoy dispuesto?

Estoy dispuesto es una rendición total a la vida, y eso implica reconocer que hay días que paro, me observo, practico la técnica y reconozco la verdad que hay en ella y el bienestar que me genera, y también reconocer que muchas veces no tengo ganas y aún así no culparme por ello y comprenderme, ya que todo está bien

Cada uno seguimos nuestro proceso a nuestro ritmo, paso a paso, hay tantos caminos a la verdad de cada uno como personas, y todos son igual de válidos

Si te apetece compartir y conversar con ello no dudes en escribirme y compartimos el camino juntos (hola@abundantum.com)

Que vaya muy bien,
Pau