“Siento que mi familia no me escucha, es como si mis palabras cayeran en oídos sordos”

Los abuelos. Cuando comemos los domingos no me hacen ni caso, sólo hablan con el resto de adultos. Los nietos somos como figuras de cerámica, y cuando les cuento mi vida, parece que hacen un esfuerzo por dentro por escuchar. Como si estuvieran ausentes o pensando en sus miedos todo el tiempo. Es una carrera de fondo, pero hace tiempo que no le doy vueltas al asunto, he comprendido que es su forma de ser y que no es mi problema. En caso contrario ... Leer másacabaría trastornado por intentar complacer a quien se supone que es un ser querido.

Cuando nos encontramos en situaciones donde parece que nuestras palabras caen en oídos sordos, puede ser muy frustrante y desalentador. Este tipo de experiencias nos invitan a reflexionar y a buscar en nuestro interior una mayor comprensión y una forma de avanzar.

Lo primero que te invito a hacer es reconocer tus sentimientos. No juzgues ni critiques tus emociones. En lugar de eso, reconócelas como validas y permítete sentir. El hech ... Leer máso de que sientas que no estás siendo escuchado no es un reflejo de tu valía o de tu capacidad para comunicarte, sino más bien un indicativo de que algo en la dinámica familiar necesita ser revisado.

Es importante recordar que no tenemos control sobre los demás, pero sí tenemos control sobre nosotros mismos. En lugar de intentar cambiar la forma en que tu familia te escucha, podría ser más útil reflexionar sobre cómo te estás comunicando. ¿Estás hablando desde un lugar de autenticidad y vulnerabilidad? ¿Estás permitiendo que tus emociones y necesidades guíen tus palabras? A veces, cambiar nuestra forma de comunicarnos puede tener un impacto sorprendente en cómo somos recibidos por los demás.

También es útil recordar que cada persona tiene su propia percepción y su propia forma de entender el mundo. Es posible que tu familia no esté escuchando no porque no te valore, sino porque están procesando la información a su manera. Trata de ponerte en su lugar y comprende que, al igual que tú, también están lidiando con sus propias emociones y desafíos.

Finalmente, recuerda que tienes el derecho a ser escuchado y a expresar tus sentimientos y necesidades. Si sientes que no puedes hacerlo en tu entorno familiar, te animo a que busques apoyo en otras áreas. Quizás un amigo de confianza, un mentor o un profesional del bienestar. No estás solo en esto y hay muchas personas dispuestas a escucharte y apoyarte.

El camino hacia el autoconocimiento y la responsabilidad personal puede ser desafiante, pero también es profundamente gratificante. Cada obstáculo es una oportunidad para aprender y crecer. Te animo a que sigas buscando, preguntando y explorando. Y si sientes que necesitas un poco de ayuda en este viaje, no dudes en solicitar un acompañamiento individual o consultar nuestro directorio de profesionales del bienestar. Todos merecemos sentirnos escuchados y comprendidos. Y recuerda, este es tu viaje y estás tomando las medidas para vivir de la manera más auténtica y plena posible. Eso es algo de lo que puedes estar orgulloso.