“No sé cómo manejar mis propios sentimientos de tristeza y enojo por el divorcio frente a mis hijos”

¿Has tomado un momento para ti hoy?

Antes de continuar, date un momento para respirar profundamente. Si es posible, cierra los ojos y realiza tres respiraciones profundas. Imagina con cada inhalación cómo la calma fluye hacia tu interior y, con cada exhalación, cómo liberas el estrés y la tensión.

1.¿Te sientes capaz de superar esta situación por ti misma/o?

• Si tu respuesta es “si”, sigue adelante y explora los recursos y herramientas para ampliar tu comprensión y perspectiva [Están bajo, pulsa aquí]
• Si sientes que no puedes sola/o, es un acto de valentía reconocerlo. Te ayudamos a encontrar un profesional que te acompañe [Escríbenos aquí].

2.¿Hay algo en tu situación actual que estés evitando enfrentar o aceptar?

• ¿Hay algo en tu situación actual que estés evitando enfrentar o aceptar?. Puede ser algo que no has querido o podido reconocer, pero que es crucial para avanzar. Por ejemplo, reconocerse en una situación de vulnerabilidad o admitir un sueño aún no perseguido. Aceptar nuestra realidad es el primer paso hacia la liberación y la toma de decisiones conscientes sobre nuestro futuro.

3.¿Puedes identificar alguna decisión importante que has postergado?

• Ya sea por miedo, indecisión o cualquier otra razón. Recuerda que decidir es ejercer tu poder personal y el primer paso hacia el cambio. Tienes el derecho de vivir una vida plena y tomar decisiones es fundamental para dirigirte hacia donde deseas estar. ¿Qué te detiene?

Cuando una persona enfrenta un divorcio, es común experimentar una montaña rusa de emociones, entre las cuales destacan la tristeza y el enojo. Estos sentimientos pueden ser especialmente difíciles de manejar cuando se tiene que actuar frente a los hijos. La tristeza puede surgir por la pérdida de la relación y la vida familiar que se había construido. El enojo, por otro lado, puede estar dirigido hacia la expareja, hacia uno mismo o incluso hacia las circunstancias que llevaron a la separación. En este contexto, es normal sentirse abrumado y no saber cómo manejar estas emociones.

Uno de los mayores retos es la preocupación por cómo estas emociones pueden afectar a los hijos. Los niños son muy perceptivos y pueden notar cuando un padre o una madre está sufriendo, lo que puede generarles inseguridad o ansiedad. Además, existe el temor de que, al mostrar tristeza o enojo, se les cause un daño emocional o se les involucre en conflictos que no deberían formar parte de su vida.

Esta situación puede crear un círculo vicioso: la persona se siente culpable por estar triste o enojada frente a sus hijos, lo que a su vez intensifica estos sentimientos. La incapacidad para manejar adecuadamente estas emociones puede llevar a una falta de paz interior, afectando no solo la relación con los hijos, sino también el bienestar personal.

Es importante reconocer que estas emociones son una respuesta natural a una situación dolorosa y que no existe una "forma correcta" de sentir. La clave está en entender que el autoconocimiento y la autoaceptación son pasos fundamentales para manejar estas emociones. Reflexionar sobre lo que se está sintiendo y por qué se está sintiendo puede ser el primer paso para encontrar formas más saludables de afrontar la situación.

Te invitamos a compartir tu experiencia con la comunidad de autoconocimiento. Al hacerlo, no solo te ayudas a ti mismo a procesar tus emociones, sino que también puedes ofrecer apoyo y perspectiva a otros que están pasando por situaciones similares. Tu historia puede ser la inspiración que alguien más necesita para comenzar su propio viaje de autoconocimiento y sanación. Solicitar acompañamiento